La mayoría eran alcohólicos, prostitutas, homosexuales, epilépticos, madres solteras, inconformistas… supuestos desechos sociales a los que sus familias o la policía enviaban hasta esta ciudad de Minas Gerais. Decenas de miles murieron de hambre, frío o diarrea. La localidad ahora afronta su pasado con un Museo de la Locura y una atención mental que es referencia.
Varios internos del manicomio Colonia en una fotografía tomada en 1959.
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