- Una pechuga de pollo.
- Una masa de pizza refrigerada (cuadrada o redonda, da igual).
- Tomate frito.
- Queso Mozarella.
- Queso Azul.
- Aceite de oliva.
- Pimienta molida.
- Sal.
- Orégano.
- Salpimienta el pollo y saltéalo en una sartén con poquito aceite.
- Cubrid la mitad de la masa con el tomate frito y queso Mozarella rayado, pon encima de todo eso la pechuga de pollo cortada en tiras, el queso azul en trozos y el orégano.
- Doblamos la masa por la mitad y sellamos bien con las yemas de los dedos limpios o con el empeine de un tenedor.
- Con una brocha de cocina pinta ambas superficies con otro poquito de aceite.
- Precalentar el horno a 200 grados en modo calor arriba y a bajo, metemos la pizza durante 20 minutos hasta que la superficie quede dorada.
Y a comer.
Recordad que tanto pizzas como calzziones admiten casi cualquier combinación de ingredientes aunque la única premisa es que la base de ambos alimentos es siempre tomate frito y queso mozarella.
Nos animaremos a hacerla. Tiene muy buena pinta. Muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarQué pinta! Tengo que animarme a hacerla
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